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martes, 1 de enero de 2019

Salmo 133


Sobre el Altar se encuentra el volumen del Libro Sagrado: la Biblia(1) la cual permanece abierta en un pasaje que tenga relación con el grado en que se trabaja en Logia: en los AApp\, es el Salmo 133, una alabanza al amor fraternal. Veamos algunos aspectos de interés del precitado salmo.

Desarrollo
El Salmo 133 es un poema sapiencial, cantado por los peregrinos en ruta a Jerusalén, con motivo de las grandes fiestas. Forma parte de un grupo de cánticos identificados como los de “las subidas”, los cuales van desde el salmo 120 hasta el 134. La interpretación profana reduce a señalar que Jerusalén se encuentra a 750 msnm, por lo que peregrinos tenían que “subir” hasta la ciudad. Pero en las culturas antiguas, la montaña simboliza algo más, es la unión entre los cielos y la tierra(2), entre el “macrocosmos” y el “microcosmos”.
Así, este Salmo es una canción de peregrinos que añoran encontrarse y, unidos, subir hacia la montaña, imagen de la Jerusalén Celestial(3). Dicho término, Jerusalén Celestial, desarrollado desde sus perspectivas, tanto por el judaísmo como por el cristianismo; se refiere a una ciudad figurada, que es una reconstrucción física y una restauración espiritual, así está en el libro del Apocalipsis(4) y, según los estudiosos, utilizaron el término griego kainos, que tiene un significado de algo renovado o refrescado, distinto de neos, otra palabra griega, que es traducida como nuevo, o sea, algo creado(5). Entendemos, por ende, que los peregrinos buscan su regeneración en el templo de virtud, que viene a ser la Jerusalén Celestial.
Hace mención el salmista a la importancia que los hermanos vivan unidos y lo compara al “buen perfume que corre por la cabeza de los sacerdotes y baja por su barba hasta el cuello de su ropaje”. Para consagrar al sumo sacerdote se utilizaba aceite perfumado. Si revisamos el libro del Éxodo, encontramos como el Señor le da instrucciones precisas a Moisés de cómo elaborar el aceite de consagrar, señalando que tome 18 kilos de diferentes plantas aromáticas y tres litros y medio de aceite de oliva. Hay dos datos importantes: el 18 que equivale a 9, múltiplo de 3; numero de especial simbolismo en la Orden Masónica, cuyo estudio se inicia desde el grado de Ap\ y 3 litros y medio de aceite de oliva, destinado a ser base del aceite de consagrar, pero también proporciona el combustible para las lámparas en el templo, significando energía espiritual y Luz del conocimiento. Me pregunto ¿cuánto de energía espiritual y Luz del conocimiento necesito para construir el templo a la virtud y cavar fosos a los vicios?
Esos 18 kilos de plantas aromáticas deben ser molidos, triturados. Representa que debemos desbastar nuestra materialidad, escuadrando nuestra acción de vida con esfuerzo y dedicación, con la conciencia en el significado del simbolismo de la límpida L.·., que genera la combustión de este aceite utilizado en el encendido del candelabro sagrado, en el Templo de Salomón, en mi templo personal.
Veamos el término “buen”, de “buen perfume”, como análogo de bueno: “al ver Dios que la Luz era buena”, nos dice el Génesis 1:4, así que este “buen perfume”, elaborado según mandato del G.·.A.·.D.·.U.·., hecho a base de aceite de oliva, impregna el cuerpo y algo tan mundano como el ropaje. Recordemos nuestra Iniciación y el traje de recipiendario; su simbología, su significado masónico.
Y desciende el “buen perfume” en su término de Luz del Conocimiento, desde la cabeza, lugar donde se encuentra el cerebro y órgano de la mente, centro en el cual desarrollamos humanamente nuestra consciencia y aquilatamos nuestro espíritu, hacia el corazón, el Ara del cuerpo. El mensaje es claro: el aceite generador de Luz impregna los órganos fundamentales para el conocimiento de si, y escuadrar mi existencia sobre la base de la rectitud, en la acción virtuosa.
La referencia al rocío del monte Hermòn debemos comprenderla alegóricamente. Cierto que dicho punto geográfico se encuentra muy lejos de Jerusalén, como para que la humedad de la zona llegue a la ciudad. Es, perfectamente, un símil con la prueba del agua, a la que somos sometidos en la Iniciación. En nuestro renacer como MMas.·., significa fecundidad, ya que germinamos como hombres nuevos y, aún siendo infantes en el grado de Ap.·., y aún no nos hemos librado, totalmente, de nuestras ataduras profanas; pero si hemos asumido la decisión de desbastar la piedra bruta que somos, porque la Masonería nos mostro la L.·., el camino y la forma de marchar hacia ella.  
La referencia a la larga vida, con la que termina el Salmo, no puede ser otra que el encuentro que nosotros procuramos con el G.·.A.·.D.·.U.·., dirigiendo nuestra existencia con las herramientas y principios que nos aporta la masonería.
Conclusión
El Salmo 133 es un cántico sapiencial cuyo contenido es rico en armonía y hermandad. Interiorizarlo es imprescindible en la construcción de nuestro templo interior. No es casualidad que lo tengamos siempre presente en los trabajos en el grado de Ap.·., indicándonos un modelo de conducta, tanto en el Taller, como fuera de él.
Al momento en que circunstancias de la vida te colocan en un trance difícil, sintamos el rocío del monte Hermón y avancemos en nuestro camino hacia la L.·., con el Mazo, el Cincel, la Regla de 24 pulgadas y demás instrumentos que nos proporciona nuestra Orden Masónica.

Notas y bibliografía
1)     Liturgia de la Gran Logia de la República Dominicana
2)     Becker, Udo. Enciclopedia de los Símbolos. Robin Book. Barcelona, España 1996 pag 220
3)     Idem
4)     Se encuentra en los versículos 3:12 y 21:2 del libro del Apocalipsis.
5)     Wikipedia. http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_Jerusalen
 
Ap:. 012 abril/2018

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