“Nadie entre aquí si no conoce Geometría”
Inscripción en el atrio de la Academia de Platón

martes, 1 de enero de 2019

El Ser


El interés de esta plancha es aguijonear la curiosidad de los QQ.·.HH.·. con un tema complejo que convoca al estudio y a la reflexión sobre variados aspectos de la vida. Este plano existencial transita en Occidente, más allá de las Columna B y J, donde lo variado se nos presenta ilusoriamente como verdadero; no obstante el masón lo interpreta como parte de lo múltiple, comprendiendo que en la oscuridad de Occidente no se puede visualizar con meridiana claridad porque se carece del esplendor que oferta la Luz de Oriente, la cual emana del Uno.
 Por ello en la Logia de San Juan se levantan templos a la virtud y se cavan calabozos a los vicios, porque allí se encuentra la dualidad en toda su manifestación, el blanco y el negro con la extensa escala de grises intermedios, y es por ello que el masón asiste a su Logia a trabajar en su crecimiento individual practicando el rito con sus QQ.·.HH.·., para formarse y coadyuvar en la construcción de la Gran Obra. De allí el tener conceptos como la idea de “Ser”, formados en el marco de la libertad de pensamiento que por su naturaleza en nada es dogmatico, lo que contribuyen a la comprensión de otros como el de G.·.A.·.D.·.U.·., el existir y la existencia, por sólo mencionar algunos.

Si en filosofía hay un término difícil de definir es el de “Ser”. Pero ello no ha sido obstáculo para que el tema sea capital en la investigación. El “Ser es, el no ser no es”, así lo definió en el siglo VI a C., de manera simple y profunda, el griego Parménides y por su elaboración, se le reconoce como el iniciador tanto de la metafísica como de la ontología, puesto que su pensar se dirige a indagar sobre las cosas como entes, en cuanto son. Esta formulación se profundizó y ya en la Edad Media, se diferenció en el vocabulario entre los términos ente y ser. Los árabes lo tradujeron del griego como existencia: ser es lo que existe. Ahora bien, cuando las cosas evolucionan, ¿son lo qué son o lo que eran? Ya Parménides se había adelantado reflexionando sobre las cosas en cuanto son, es decir, como ente, que él llama on, o sea, el ente es el on, y descubre que la mente, el nous, tiene la presencia del ente. Para Parménides todas las cosas son ente, es decir, son y quedan reunidas en el ser, luego el ente es uno, la propiedad común a todas las cosas que son; la propiedad común a todas las cosas es que son; esto significa que el ser es una propiedad esencial de las cosas que se manifiesta en el nous, la mente, así que el ser y la mente no se da el uno sin el otro.   

Platón, Aristóteles, los árabes, la escolástica, Hegel, Kant, los existencialistas y muchos más tratan el tema del ser y lo definen, lo clasifican por categorías, lo ubican dentro o fuera del ser humano, aplican criterios de espacio y temporalidad.(1) Pero toda enunciación siempre emana de la mente y es por ello que nos detuvimos brevemente en el párrafo anterior de la plancha, porque para comprender postulados como “conócete a ti mismo”, es importante tener una noción personal y racional de lo que el ser es. Recordemos el primer principio de las leyes cósmicas: el Principio de Mentalismo: "EL TODO es Mente; el Universo es mental".

Si prestamos atención en nuestras conversaciones diarias observamos que hablamos del reino animal, mineral y vegetal. No hablamos del “ser animal”, “ser vegetal” o “ser mineral”. La condición de “Ser”, solamente se la otorgamos al Ser Superior y al ser humano. Lo anterior nos permite reflexionar sobre la chispa divina que conservamos en nuestro espíritu y que agigantamos o disminuimos como enano insignificante según construyamos templos a la virtud y cavemos calabozos a los vicios o quedemos a merced de la maldad, vileza o desenfreno en nuestro devenir en la Logia de San Juan. Recordemos las consideraciones que sobre el deísmo burilamos en la plancha sobre el G.·.A.·.D.·.U.·., y desciframos en anterior Tenida. Veamos: “Los deístas creen que las manifestaciones de Dios se realizan a través de leyes naturales y estas pueden estudiarse por medio de la ciencia. No creen en supersticiones, y si que el individuo se puede acercar al Creador mediante la reflexión… Un pensamiento racional y una ética vinculada a su propia conciencia orientan la conducta de los deístas…”(2) Un pensamiento racional en cuanto al ser se encuentra relacionado con la mente, por medio del acto de pensar, y el pensar, que también es objeto de discusiones científicas y filosóficas, tiene unas características generalmente aceptadas: es una actividad o proceso síquico que ocurre en el tiempo, cuyos elementos son un sujeto pensante, un pensamiento que aprehende, y la situación objetiva a la cual se refiere(3).

Como conclusión de esta plancha que pretende motivar el estudio, vamos a traer a colación como el ser humano ha planteado la Creación. Las religiones politeístas nos dibujan a un grupo de dioses que tienen la responsabilidad de crear los cielos, océanos, la tierra, el inframundo, pero sobre ellos hay un dios superior, Zeus en el mundo griego, Júpiter en el romano. Las religiones del libro: hebrea, cristiana e islámica, plantean en el Génesis que “en el principio Dios creó los cielos y la tierra”, mientras que pensadores materialistas plantean la teoría del Big Bang, que es una hipótesis que dice que el Universo nació hace aproximadamente 14 mil millones años de un único punto que estaba contenido en el espacio, y que a partir de ahí se expande continuamente.

Independientemente de la idea que se tenga, siempre nos preguntamos que hay antes de la Creación y como se da ese primer momento, ese primer impulso Creador y, finalmente, cuanto de ello es inmanente al ser humano y cuanto es trascendente. Y el tema adquiere una supra complejidad cuando abordamos el tema de la vida, esencial para comprender la existencia y el existir.

Para ingresar a la Orden solamente se exige ser hombre de libre pensamiento, de buenas costumbres, creer en un Ser Supremo y en la inmortalidad del alma. Hoy en algunos países, existen orientes que admiten el ateísmo, reduciendo a las dos primeras condiciones las exigencias requeridas para ser masón. En una próxima plancha abordaremos el tema del ateísmo. Pero en esta, por los momentos, diremos bajo el contexto de afirmaciones que, aun del no ser, puede afirmarse que es. Esta positividad nació de los griegos y la deducimos del propio Parménides quien con su sentencia: Ser es, el no ser no es”, marcó el pensamiento universal y dejó para la posteridad uno de los temas de investigación más rico de la filosofía y que nosotros, en nuestras Tenidas, los tenemos siempre presente, simbólicamente, tanto en el ritual de inicio de los trabajos, del encendido de las estrellas y candelas, en toda la ceremonia en todos los grados de la masonería. Recordemos que el rito es un símbolo en acción y como tal, tiene un significado y un significante.

Notas: 

1)     Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Pág 510. Editorial Panamericana. Bogotá. Colombia. 1997.
2)     https://definicion.de/deismo/
3)     Martínez Echeverri, Leonor y Hugo. Diccionario de Filosofía. Pág 433. Editorial Panamericana. Bogotá. Colombia. 1997.

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