Un obrero de paz es aquel individuo, independientemente de su profesión,
estatus social, credo u origen, que lleva consigo la armonía que es tan
necesaria para que cualquier organismo social pueda lograr sus objetivos
sanamente.
Un obrero de paz primero, conquista en su interior ese estado
personalísimo que los antiguos griegos llamaban eudaimonia. Algunos la traducen como felicidad, otros como
prosperidad, buena fortuna y hasta riqueza.