En el texto principio y causa del universo: “El supremo bien es el agua”, indagamos en el
arjé y el hypokeimenon de los griegos. Encontramos
que Tales de Mileto apunta hacia el agua. Pero otros pensadores exploran otros
caminos.
Anaximandro, discípulo de Tales, astrónomo quien es
el primero en hacer un globo celeste, considera que existen ciertos períodos de
evolución, por lo cual el hombre debe proceder paulatinamente de formas
animales, parecida a las del pez, antes de llegar a ser lo que es.
Anaximandro
plantea que el primer principio es el apeiron, lo indeterminado y
sin límites. Hemos de asombrarnos con esta concepción y los descubrimientos a
lo largo de la historia. No lo concibe como una mezcla de los distintos
elementos en la cual esté cada uno comprendido con sus cualidades peculiares,
sino como materia que aún no se han diferenciado los elementos y que es
infinita e indefinida.
Del apeiron nacen las cosas
existentes y en él se extinguen por su culpabilidad al pagar sus injusticias
por decreto del tiempo. No señala un elemento concreto: el agua, el fuego u
otro. Para Anaximandro el apeiron es algo “sin edad y sin acabamiento”
lo que es lo mismo, ilimitado en tiempo y espacio. Mas plantea una ley al
devenir, ley que determina la vida del mundo, es su fase interna o externa. El apeiron
“lo abarca todo y lo rige todo”, el tiempo es el enjuiciador -tal como
lo plantea Solón quien celebra el dios del tiempo-, que asigna a cada cosa y
esencia particular su medida y su final es una expiación que debe pagar porque
su vida esta llena de injusticia, codicia, afán de poder y egoísmo. Un
constante retorno y comienzo en el apeiron ya que “el devenir no cesa”,
como dice Aristóteles.
Pero ¿cuál es esta injusticia? Esta en el
nacimiento ya que ninguno puede evitarla, así como no puede sustraerse de la
pena.
Del apeiron sale pausadamente el
cosmos dándole un significado nuevo a la palabra –que designaba cosas
particulares- el sentido de universo con el cual nos encontramos hoy. El
proceso a través las cosas derivan es la separación. La sustancia infinita esta
animada por un movimiento eterno por lo cual se separan los contrarios: seco y
húmedo, frió y calor, entre otros. El nacimiento es la separación de los seres
de la sustancia infinita y determina su condición de finito, múltiples,
distintos y opuestos entre si y por ello, inevitablemente, con la muerte se
expía su propio nacimiento y debe volver a la unidad.
Anaximandro edifica el mundo sobre el sagrado
número tres y sus múltiplos. La tierra es un inmenso cilindro que flota
libremente y su anchura es tres veces mayor que su altura; las esferas de las
estrellas gira con respecto al centro a una distancia de 3 X 3 = 9 radios
terrestres; las de la Luna y el Sol 2 X 9 y 3 X 9 respectivamente y más
allá está la materia sin forma e infinita.
Kosmoi son cada una de estas tres esferas y las agrupa
todas en un cosmos.
El cosmos es la belleza
Gráfica: Anaximandro
Notas:
*-Arjé o Arché (según otros, arjé, o también
arkhé, del griego ἀρχή, "fuente", "principio" u
"origen") es un concepto en filosofía de la antigua Grecia,
significando el comienzo del universo o el primer elemento de todas las cosas.
También puede significar sustancia o materia, es decir, aquello que no necesita
de ninguna otra cosa para existir, sólo él mismo.
*- Hypokeimenon: es el nombre del ser de la
cosa. Es el primer nombre que recibe la cosa al intentar responder a la
pregunta: ¿qué es el ente?.
Bibliografía:
*- Abbagnano, Nicolas. Historia de la Filosofía. 2da
edición. Montaner y Simon, S.A. Barcelona, España 1964
*- Kranz, Walter. Historia de la Filosofia Griega.
Tomo I. 4ta edición. 1ra en español. UTEHA. México. 1962
Publicad
el 31/12/2014 en http://malletes.blogspot.com/2014/12/principio-y-causa-del-universo-el_31.html
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