Es el primero en usar la palabra trias (Trinitas -
Trinidad)
para expresar
la unión de las tres personas divinas en Dios.
(Dios, Logos, Sabiduría).
De este autor se sabe que fue el sexto obispo de Siria
y que nace cerca del río Eufrates. De sus obras se han conservado solamente sus
tres libros Ad Autolycum, escrito alrededor del año 181 o 182 d. C.
Teofilo cobra importancia por varios planteamientos.
Es el primer autor que enseña explícitamente que los Evangelios proceden de autores inspirados y tienen un valor análogo
al Antiguo Testamento.
Dios no puede verse con ojos corporales, sólo se puede
conocer con los ojos del alma: “la forma de Dios es inefable e inexplicable:
no puede ser vista por ojos carnales. Por su gloria es incomprensible; por su
grandeza es inalcanzable; por su sublimidad es impensable; por su poder es
incomparable; por su sabiduría es inigualable; por su bondad, inimitable; por
su beneficencia, inenarrable.” (1)
Es el primero en usar la palabra trias
(Trinitas - Trinidad) para expresar la unión de las tres personas divinas en
Dios. (Dios, Logos, Sabiduría): “teniendo Dios en sus propias entrañas a su
Verbo inmanente (endiatheton), lo engendró con su propia sabiduría, emitiéndolo
antes de todas las cosas.”(2)
Dios crea todo de la nada y se hace visible a través
de su creación: “Dios lo hizo todo de la nada: porque nada fue coetáneo con
Dios, sino que siendo Dios su propio lugar y no teniendo necesidad de nada y
existiendo desde antes de los siglos, quiso hacer al hombre para dársele a
conocer. Entonces preparó para él el mundo, ya que el que es creado está
necesitados mientras que el increado no necesita de nada.”(3)
De allí que Dios, mediante el Logos y la Sabiduría, ha
creado todas las cosas. El Logos es el consejero de Dios, su mente, su
prudencia. Es el primer autor cristiano que distingue entre el Logos
endiatheton y el Logos prophorikon, el Logos interno o inmanente en
Dios, que estaba en este antes de la creación (endiazetos), y el Logos emitido o proferido por Dios, emitido para
realizar la obra de la creación del mundo (proforikon).
Todas las manifestaciones del Antiguo
Testamento son propias del Logos, no del Padre. (Es el que habla con Adán,
etc.): “…existe el Verbo inmanente (endiatheton) desde siempre en el corazón
de Dios. Antes de hacer nada tenía a este Verbo como consejero, como que era su
propia mente y su pensamiento. Y cuando Dios quiso hacer efectivamente lo que
había deliberado hacer, engendró a este Verbo emitido (prophorikon) como
primogénito de toda la creación” (4)
La inmortalidad del hombre es un tema que también
trata. La persona, según Teófilo, no fue creada ni mortal ni inmortal.
Conquista la inmortalidad “guardando el mandamiento de Dios, recibiría de él
como recompensa la inmortalidad y llegaría a ser dios; pero si, desobedeciendo
a Dios, se entregaba a las cosas de la muerte, él mismo sería responsable de su
propia muerte.”(5)
Isidro Toro Pampols
Publicado en malletesblogspot.com el día 27 de enero
del 2016
Notas:
1. Teófilo, A
Autólico, I, 3.
2. Ibid. II,
9-10.
3. Ibid. II,
9-10.
4. Ibid. II,
22.
5. Ibid II, 24-27.
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