El
24 de julio de 1717, día de San Juan, cuatro logias de Londres que se reunieron
en la taberna Goose y Gridiron cerca de la catedral de San Pablo en el centro
de la ciudad, constituyeron la Gran Logia de Londres y eligieron a su primer
Gran Maestro, Anthony Sayer. Como se ve, no fue en una catatumba o en un
recinto súper oculto.
Este
hecho dio inicio a una organización que se ha proyectado a nivel mundial no
como una autoridad ejecutiva, que no existe en la masonería, sino como una
referencia moral de la masonería internacional. Incluso, en la propia Gran
Bretaña le han disputado el liderazgo en varias ocasiones, como lo fue en 1813
cuando dos asociaciones que eran rivales, una de irlandeses y la otra de
ingleses, se unieron para crear la Gran Logia de Inglaterra. Ese mismo año, el
Duque de Kent se convirtió en Gran Maestro de esta organización privada.
El requisito fundamental para ser aceptado en la masonería es ser un hombre libre y de buenas costumbres, creer en un Ser Supremo y en la inmortalidad del alma. Esto es así en los antiguos ritos, pero con el tiempo se han creado logias de mujeres, mixtas, incluso de hombres que no establecen la exigencia de creer en un Ser Supremo y, por ende, el alma inmortal también entra en cuestionamiento. Pero ser libre y de buenas costumbres no ha cambiado, siendo el fundamento del porqué ningún masón puede ejercer dominio personal sobre otro, independientemente del grado o jerarquía que ostente; igual una logia o Gran Logia de un país, sobre otra Gran Logia. Los masones, más allá de lo anterior, practican la fraternidad y la solidaridad, pero ello no obliga obediencia política ni de ningún tipo. Esta realidad sepulta las leyendas de conspiraciones masónicas en búsqueda de un gobierno mundial y otros temas que deleitan a escritores y creyentes.
El requisito fundamental para ser aceptado en la masonería es ser un hombre libre y de buenas costumbres, creer en un Ser Supremo y en la inmortalidad del alma. Esto es así en los antiguos ritos, pero con el tiempo se han creado logias de mujeres, mixtas, incluso de hombres que no establecen la exigencia de creer en un Ser Supremo y, por ende, el alma inmortal también entra en cuestionamiento. Pero ser libre y de buenas costumbres no ha cambiado, siendo el fundamento del porqué ningún masón puede ejercer dominio personal sobre otro, independientemente del grado o jerarquía que ostente; igual una logia o Gran Logia de un país, sobre otra Gran Logia. Los masones, más allá de lo anterior, practican la fraternidad y la solidaridad, pero ello no obliga obediencia política ni de ningún tipo. Esta realidad sepulta las leyendas de conspiraciones masónicas en búsqueda de un gobierno mundial y otros temas que deleitan a escritores y creyentes.
El
mejor ejemplo lo tenemos en la Independencia de Hispanoamérica. Simón Bolívar
era masón y Pablo Morillo, héroe de la Guerra de Independencia española contra
los franceses y jefe del ejército realista también era masón. Ambos defendieron
sus causas con ardor, lo que no impidió acabar formalmente con la barbarie con
la firma del Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerraentre la Gran
Colombia y el Reino de España, el 25 y el 26 de noviembre de 1820 en Trujillo,
Venezuela. Mediante estos tratados quedaba oficialmente derogada la guerra a
muerte, se acordaba una tregua de seis meses además de constituir de facto un reconocimiento
del estado colombiano. El abrazo que se dan Bolívar y Morillo es un saludo
fraterno que pone de bulto símbolos que los masones saben reconocer.
Los
orígenes de la masonería es un tema de discusión. En la medida en que se
adentran los estudios en tiempos recónditos, se entremezclan leyendas con
hechos históricos. Lo cierto es que se relaciona con la construcción del Templo
de Salomón. Otro punto de referencia histórico son los gremios de constructores
de la Edad Media, quienes mantenían en secreto sus conocimientos de
arquitectura al tiempo que tenían un rígido sistema de aceptación de
aprendices. Los maestros constructores eran muy solicitados en la época y sus
talleres se movilizaban con cierta libertad entre los feudos. Cada plantel
tenía un santo protector y cuando emprendían la construcción de una catedral,
que podría durar más de un siglo, levantaban una pequeña edificación que
llamaban logia, donde se reunían los maestros a discutir temas de física y
geometría aplicada a la arquitectura, instruir a los compañeros que a su vez dirigían
a los aprendices. Con la llegada del Renacimiento, esas logias fueron
transformándose en centros de estudio y enseñanza filosófica. Intelectuales
conjuntamente con maestros de obra cultos, quienes sabían leer y escribir,
aprovechando el secretismo propio del gremio y el rígido sistema de iniciación,
fueron abriéndose paso frente al oscurantismo dominante de la época. Ese
sistema lo utilizó Juan Pablo Duarte en laSociedad Secreta la Trinitaria, en
procura de la Independencia de la República Dominicana.
Masón
significa albañil y si bien hoy no edifican catedrales y murallas fortificadas,
si promueven la construcción en cada individuo, dentro de sí, de un templo de
virtudes y cavar calabozos para los vicios y las pasiones desbocadas. La
masonería combate a la tiranía de la superstición y el fanatismo. De allí
tantos enemigos a lo largo de la historia. No solamente la Iglesia Católica,
sino protestantes –ojo: hay muchos curas y pastores masones–, gobiernos
musulmanes, comunistas y cualquier autoritarismo como el de Hitler o Franco,
persiguen a la masonería. Como toda regla tiene su excepción: en Cuba se ha
permitido una masonería a la cubana, gracias a que José Martí es una gran
figura de la Orden. En los países musulmanes se permite legalmente solamente en
Marruecos, Turquía y el Líbano.
300
años de la Gran Logia de Inglaterra será una oportunidad para que propios y
extraños conozcan un poco más de una organización que espolea la imaginación.
Publicado originalmente en Al Momento.Net http://almomento.net/tres-siglos-de-historia-de-los-masones/277179
el 04 de enero de 2017
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