El sistema cibernético es aquel que utiliza
mecanismos para autorregularse. La retroalimentación consiste en utilizar parte
de la salida del sistema para controlar parte de la entrada futura al sistema.
De lo anterior se desprende que los sistemas cibernéticos poseen generalmente
un punto de partida que consiste en el estado o punto en que se sostiene el
sistema.
Hemos manejado en el párrafo
inicial tres conceptos que, en el transcurso del blog, nos percataremos de su
gran utilidad.
Veamos por la vía del ejemplo. En el punto
del sistema abierto hablamos del subsistema de enfriamiento de un automóvil.
Este es un buen ejemplo de sistema cibernético. El punto de partida es una
temperatura ideal para que el vehiculo funcione a la perfección. Cuando se
aumenta la temperatura más allá de lo necesario, un mecanismo, el termostato,
permite mayor entrada de líquido refrigerante para bajar la temperatura en el
motor. A la inversa, si se reduce mucho la temperatura, el termostato reduce la
entrada de refrigerante. Así mantiene una temperatura lo más cercano posible a
la optima para que el mecanismo funcione a la perfección.
En este punto debemos revisar un concepto de
gran valor, el de la retroalimentación negativa. Entendemos por
retroalimentación negativa aquella que detiene o invierte un movimiento o
tendencia a separarse del punto de partida. La idea es mantener el sistema en
equilibrio. Cuando el sistema se desvía de su camino, la información de
retroalimentación advierte este cambio a los centros donde el sistema toma
decisiones y estos toman las medidas necesarias para iniciar acciones
correctivas que deben hacer retornar al sistema a su camino original. De allí
el término retroalimentación negativa.
En la imagen pensemos que grafica un
automóvil en el cual observamos lo siguiente:
X=
corriente de entrada
Y= corriente de salida
F(x) = función de conversión de la corriente de entrada.
F(Y) = función de conversión de la corriente de salida originada por la información de retroalimentación.
Y= corriente de salida
F(x) = función de conversión de la corriente de entrada.
F(Y) = función de conversión de la corriente de salida originada por la información de retroalimentación.
La corriente de entrada (x) será la presión
que ejerce nuestro pie en el acelerador, la función de conversión F(x) será el
motor. El indicador de velocidad actúa como comunicación de retroalimentación,
la que es captada por nuestro aparato sensor: la vista. Esta información
captada por nuestra vista va al cerebro donde sufre una conversión F(y) y el
cerebro sale una orden dirigida al pie que tenemos en el acelerador cuyo efecto
será corregir la presión que este ejerce sobre ese pedal. Así, a la presión
inicial que fundaba la corriente de entrada (x), la retroalimentación aplica
una nueva presión (esta vez negativa) cuya suma algebraica da como resultado
una menor presión, es decir, una menor cantidad de energía como corriente de
entrada produciendo un cambio en la velocidad que disminuye.
En resumen, podemos decir que un sistema
cibernético es aquel que actúa como un todo y que regula sus actividades en
forma cercana a un estado ideal o punto de partida. Los sistemas cibernéticos
utilizan la retroalimentación para mantener su estado ideal.
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