Metempsícosis. Del griego
"metempsychosis"
(etimológicamente: paso de las almas) se utiliza en el mismo sentido que
transmigración. La metempsícosis es una teoría, de origen probablemente
religioso, introducida en Grecia por el orfismo y los pitagóricos, según la
cual el alma experimenta, durante un ciclo determinado de tiempo, una serie
sucesiva de reencarnaciones, pasando así de unos cuerpos a otros, hasta lograr
su definitiva liberación. También es conocida como teoría de la transmigración
de las almas. Platón la defiende por primera vez en el "Menón", y la mantiene en su
pensamiento posterior.
Nihilismo. Término procedente del latín "nihil", nada, con el que se designa
toda doctrina que propugna la ausencia total de valores o de convicciones.
En la filosofía de Nietzsche el nihilismo adquiere un
valor positivo, al considerar que la negación de los falsos valores de la
tradición cultural occidental es un estadio necesario para el advenimiento del
superhombre, creador de nuevos valores.
Noesis. El concepto de noesis (en griego νόησις “intuición, penetración”) tiene su
origen en el pensamiento filosófico de Platón. Éste creó una correspondencia
entre los campos de estudio de la metafísica y la epistemología, basada en la
división del mundo en lo sensible y lo inteligible; al mundo sensible
corresponde el criterio de la doxa (es decir, la 'opinión'), en tanto
que material, aparencial, finito, mutable, y por tanto engañoso; a lo
inteligible, el mundo de las Ideas, corresponde la episteme (cuyo
instrumento es la razón, basada en la noesis), en tanto que facultad de
penetración intelectiva.
La noesis tiene cabida en el mundo inteligible de
Platón, es decir, en el mundo de las ideas. Véase la metáfora de la “Línea Dividida” en República 509d, y
534a (aunque hay algunas diferencias entre ambos pasajes: en Platón la
terminología, y los conceptos mismos, sufren variaciones importantes a lo largo
de su obra: en parte en eso radica su riqueza filosófica).
Para Aristóteles, noesis, se refiere a aquella
capacidad de la razón de intuir de forma inmediata el conocimiento, de los
primeros principios del conocimiento, si y solo si, es de la realidad
inmediata, contraria a la compresión de las Ideas de Platón.
Concepto subyacente a buena parte de la tradición
filosófica occidental, la noesis fue particularmente importante en el
pensamiento fenomenológico de Edmund Husserl, para el que representó la
experiencia vivida en conjunto, desde un punto de vista subjetivo, es decir, el
conjunto de actos de comprensión enfocados sobre el objeto de la experiencia,
como la percepción, la imaginación o el recuerdo.
Noúmeno. También escrito noúmenon, es un
término procedente del griego "noumena",
que significa etimológicamente "lo
pensado", "lo inteligible".
Para Kant, el noúmeno es el objeto tal como es "en sí" mismo, independientemente de nuestro modo de conocerlo, al que denomina "la cosa en sí". Kant lo opone al fenómeno, al objeto tal como es para nosotros, es decir, tal como lo conocemos en función de las formas a priori de la sensibilidad y del entendimiento.
Para Kant, el noúmeno es el objeto tal como es "en sí" mismo, independientemente de nuestro modo de conocerlo, al que denomina "la cosa en sí". Kant lo opone al fenómeno, al objeto tal como es para nosotros, es decir, tal como lo conocemos en función de las formas a priori de la sensibilidad y del entendimiento.
Nous. Término griego que etimológicamente remite a
significados relacionados con la visión, el pensamiento y la reflexión, derivado
de "noéin" (tener un
pensamiento en la mente, en el espíritu) y que suele traducirse por "inteligencia", "intelecto" o "espíritu".
Anaxágoras lo introduce en su filosofía con un significado similar al de "inteligencia ordenadora", para explicar el movimiento de las "semillas" que da lugar a la constitución del cosmos: sin embargo, el papel de la inteligencia queda reducido al de causa inicial del movimiento que, una vez producido, sigue actuando por sí mismo sometido a causas exclusivamente mecánicas.
Anaxágoras lo introduce en su filosofía con un significado similar al de "inteligencia ordenadora", para explicar el movimiento de las "semillas" que da lugar a la constitución del cosmos: sin embargo, el papel de la inteligencia queda reducido al de causa inicial del movimiento que, una vez producido, sigue actuando por sí mismo sometido a causas exclusivamente mecánicas.
Para Platón
el Nous es la parte más elevada del alma, que permite el
conocimiento directo, la intuición de la Ideas, mediante la nóesis,
contrapuesta a la diánoia.
Opinión. Del latín
"opinio" (creencia,
conjetura) se entiende por opinión, en general, un conocimiento probable, es
decir, alejado por igual del conocimiento verdadero y de la ignorancia.
Para Platón, la opinión ("doxa") es un tipo de conocimiento propio del alma que nos
permite tener un cierto conocimiento del mundo sensible, de la experiencia, a
diferencia de la ciencia ("episteme")
que nos permite alcanzar el verdadero conocimiento, el conocimiento de las
Ideas o esencias.
Orfismo. Movimiento
religioso de la Grecia antigua, cuya fundación se atribuye a Orfeo (mítico
poeta y músico tracio) y cuyos orígenes se suelen situar en el siglo VI antes
de nuestra era.
Según el orfismo, la naturaleza humana contendría una
dimensión negativa (el cuerpo) y otra positiva (el alma, de carácter divino,
inmortal). Mediante rituales de ascetismo y purificación, con los que se
proponía renovar el culto dionisíaco, la parte negativa podría ser eliminada,
quedando liberada así la parte positiva, divina, el alma inmortal, que
conseguiría su salvación definitiva, no volviendo a mezclarse con lo negativo.
El orfismo influyó en la filosofía de los pitagóricos, pero también en la de Heráclito y Empédocles. Platón pudo haber tomado del orfismo la idea de que existe un alma inmortal, como parece desprenderse de la presentación de esa idea, (que en absoluto se puede atribuir a su maestro Sócrates), en el Menón, poniéndola en boca de la sacerdotisa Diotima.
El orfismo influyó en la filosofía de los pitagóricos, pero también en la de Heráclito y Empédocles. Platón pudo haber tomado del orfismo la idea de que existe un alma inmortal, como parece desprenderse de la presentación de esa idea, (que en absoluto se puede atribuir a su maestro Sócrates), en el Menón, poniéndola en boca de la sacerdotisa Diotima.
Panpsiquismo.
En general el panpsiquismo es la concepción que afirma la naturaleza psíquica
fundamental que tiene la realidad, de la cual son manifestaciones todas las
cosas. Se reconoce como panpsiquismo el hilozoísmo de los presocráticos, que
concebía la materia como realidad animada; en el renacimiento predomina la
concepción organológica del mundo sobre concepciones diferentes, como son la
lógica, la jerárquica, entre otras.
Panteísmo. Término compuesto de las palabras griegas "pan", todo, y "theós",
dios. En general, entendemos por panteísmo la identificación del mundo con
dios, o de dios con el mundo, como se prefiera, de tal modo que forman una
única realidad, no aceptando, pues, ninguna realidad trascendente ni personal,
dando lugar a una interpretación monista de la realidad.
La filosofía de Spinoza es un
ejemplo de tal interpretación. Si se considera que dios es la verdadera
realidad, y el mundo algo que emana de dios, se habla de un panteísmo
acosmista. Si, por el contrario, se considera que el mundo es la verdadera
realidad, y que dios no es sino la autoconciencia del mundo, por ejemplo,
hablamos de un panteísmo ateo. De cada una de las dos versiones hay, por lo
demás, distintas interpretaciones.
Pirronismo. El término viene a ser sinónimo de
escepticismo. Más concretamente, con él se designa a quienes siguen, o
siguieron, las doctrinas escépticas de Pirrón de Elis (-365 a -275) considerado
el fundador del escepticismo antiguo. El pirronismo, o escepticismo, alcanzó su
apogeo en los siglos I y II de nuestra era (con Enesidemo y Sexto Empírico,
entre otros) resurgiendo con fuerza en algunos filósofos renacentistas, como
Montaigne, Charrón y Francisco Sánchez.
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