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martes, 1 de enero de 2019

Solsticio de Invierno


El solsticio de invierno es una oportunidad en la que el ser humano festeja la relación cercana entre el hombre y la naturaleza. Los solsticios (del latín solstitium (sol sistere), "Sol quieto") son los momentos del año en que el Sol alcanza su mayor o menor altura aparente en el cielo, y la duración del día o de la noche son las máximas del año, respectivamente. El solsticio de invierno hace que el día sea más corto y la noche mayor del año en el hemisferio norte o boreal, y todo lo contrario en el hemisferio sur o austral.


En el solsticio de diciembre, en especial en la cultura romana, se festeja el regreso del Sol. Los días se acortan producto del movimiento astronómico y, a partir de ese momento, comienzan a alargarse, generando en el pensamiento colectivo una tranquilidad ya que la luz vence nuevamente a la oscuridad y pronto, en primavera, se volverá a cosechar, garantizando la vida humana. 

En la antigua Roma se celebra las fiestas saturnales, en honor al dios de la semilla y del vino, Saturno. Se inician el 17 de diciembre y al finalizar, el día 25, se vitorea el Natalis Solis Invictis o nacimiento del Sol invencible. Saturno es el padre de Júpiter, dios principal de la mitología romana, padre de dioses y de hombres, su nombre proviene de la raíz iu-, que en indoeuropeo significa luz, y piter, que hace referencia a pater, que significa padre, es decir: El padre de la luz.

El Diccionario Enciclopédico de la Masonería (DEM) nos ilustra que los antiguos iniciados llamaron a Júpiter, Xenius, dios de la hospitalidad,  y “es considerado como emblema de la inteligencia y del poder divino, y en tal concepto se le hace intervenir entre los símbolos, y en las instrucciones en ciertos grados en la Masonería.”

Los solsticios se identifican con San Juan Bautista y San Juan Evangelista. Son los días más corto y más  largo del año, según en qué hemisferio se encuentre la persona. Como señala la GRAN LOGIA UNIDA MEXICANA, Gr.: Or.: de Veracruz  “estas fechas resultan de suma trascendencia para el ambiente masónico, tomando en consideración que la naturaleza degenera durante el Invierno y renace esplendorosa durante el Verano, que es cuando nuestro resplandeciente Astro Rey, nos proporciona la vitalidad necesaria, en toda su intensidad.”

La celebración de los solsticios se pierde en el umbral de los tiempos. Revisando la Internet encontramos muchas ceremonias que se realizan en ambos hemisferios. La del Sol invencible -Sol Invictus- romano se ha perpetuado en el cristianismo por la adopción del 25 de diciembre como fecha natal de Jesucristo.

En nuestro mundo contemporáneo se vive un proceso de desacralización y muchos mitos y símbolos aparecen hoy olvidados o utilizados por la superstición. Pero no podemos perder de vista que los mitos y ritos tienen una carga importante de real conocimiento que se debe preservar. Por ello en el DEM se lee que “bajo el doble nombre de San Juan Bautista y de San Juan Evangelista, patronos de nuestra augusta Orden, los Francmasones celebran dos grandes fiestas anuales, llamadas indistintamente fiestas de San Juan  o de  la  Orden que corresponden a los dos Solsticios”, personificando en ellos buena parte del verdadero conocimiento, el del Arte Real.

San Juan Bautista y San Juan Evangelista son expresiones simbólicas del origen y misión perenne de la Masonería: En nuestros textos encontramos  “la pregunta ritual del Ven.: M.: a todo hermano visitante ¿De dónde venís?, y en la contestación de éste: De una Log.: de San Juan… y recordemos que en la Log.: de San Juan se elevan TTemp.: a la virtud y se cavan calabozos para los vicios, que es la misión de todo masón en la sociedad para levantar la edificación de la Gran Obra, la del GADU, utilizando herramientas como el mazo, el cincel, la regla de 24 pulgadas, la escuadra, la plomada y el compas, entre otras; sabiamente utilizadas según nos instruyen simbólicamente en la liturgia por medio de los ritos. Tallar nuestra piedra en bruto para colocarla en el edificio social. Piedra que se cincela mediante una conducta aquilatada moralmente en nuestra familia, lugar de trabajo, comunidad, en fin, en nuestra vida social, para interiorizar en nuestro espíritu, ese Templo de Virtud aplomado por nuestra conducta masónica. 
Ap:. 06  Dic 2017

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