Matías Ramón Mella
(25 de febrero 1816 – 4 de junio 1864), es uno de los Padres de la
Patria de la República Dominicana junto a Juan Pablo Duarte y Francisco del
Rosario Sánchez. Miembro de la Sociedad Secreta La Trinitaria, la que se
organizó utilizando métodos y practicas masónicas, fue parte de la recién
creada Junta Gubernativa Provisional durante la Primera República.
La vida de Mella fue signada por la escuadra
de la razón y el compás de la comprensión. Ello lo vemos en su actuar, pero
haremos especial énfasis en dos episodios de capital importancia tanto para la
Declaración de la Independencia Nacional, el 27 de febrero de 1844, así como el
triunfo de la República en Armas en la Guerra por Restaurar la República.
Durante la Guerra de Independencia ostentó el
grado de General del Ejército Nacional y fue actor clave en la elaboración del Manifiesto
del 16 de enero de 1844, hecho histórico acaecido antes de la fundación de país
como Estado libre y soberano, siendo la plataforma sobre la cual se erigió la República,
considerándose el Acta de Independencia de la Nación Dominicana. Allí se
exponen, sesudamente justificadas, las razones del porqué había que
independizar a la República Dominicana de Haití.
En ausencia de Juan Pablo Duarte, quien se
encontraba refugiado en Venezuela, fueron Matías Ramón Mella, Francisco del
Rosario Sánchez y Vicente Celestino Duarte quienes se encargaron de dirigir a
los Trinitarios, llevando adelante una labor organizativa y de difusión de
ideas, que encuentra su mejor expresión en la Manifestación de los
pueblos de la Parte Este de la Isla antes Española o de Santo Domingo, sobre
las causas de su separación de la República Haitiana, fechado el 16 de enero de 1844, a escasos días
antes de ser proclamada la República Dominicana el 27 de febrero de 1844;
siendo este Manifiesto es la más acabada expresión, repetimos, de la labor
conspirativa y patriótica de La Trinitaria. La autoría del documento es
atribuido al también Hermano Masón Tomás Bobadilla Briones, aunque autores
señalan la participación, entre otros, de Matías Ramón Mella.
Así como Mella tuvo importante participación
en la Guerra de Independencia, hechos que no corresponden a esta plancha
detallar, también durante la Guerra de Restauración fue notable su actividad nunca
reñida con su fervor patriótico y siempre signada por la rectitud de la regla,
la escuadra y la plomada.
Solamente vamos a destacar que durante la Restauración
fue designado Ministro de la Guerra y elaboró en enero de 1864, un manual titulado
Instrucciones para la guerra de guerrillas del Gobierno
Provisional Restaurador, el cual expresa la sabiduría adquirida
en los campos de batalla y la perspicacia de un hombre que había asimilado un
conocimiento de la realidad, que solamente aquellos que buscan y transitan por
el sendero de la Luz, pueden alcanzar.
En homenaje al General Matías Ramón Mella, reproducimos
los principios burilados en las Instrucciones
para la Guerra de Guerrillas como un ejemplo vivo del alcance del procerato
dominicano tanto en lo teórico como en lo práctico.
Instrucciones
para la Guerra de Guerrillas
“1.-
En la lucha actual y en las operaciones militares emprendidas, se necesita usar
de la mayor prudencia, observando siempre con la mayor precaución y astucia
para no dejarse sorprender, igualando así la superioridad del enemigo en
número, disciplina y recursos.
2.-
Nuestras operaciones deberán limitarse a no arriesgar jamás un encuentro
general, ni exponer tampoco a la fortuna caprichosa de un combate la suerte de
la República; tirar pronto, mucho y bien, hostilizar al enemigo día y noche, y
cortarles el agua cada vez que se pueda, son puntos cardinales, que deben
tenerse presentes como el Credo.
3.-
Agobiarlo con guerrillas ambulantes, racionadas por dos, tres o más días, que
tengan unidad de acción a su frente, por su flanco y a retaguardia, no
dejándoles descansar ni de día ni de noche, para que no sean dueños más que del
terreno que pisan, no dejándolos jamás sorprender ni envolver por mangas, y
sorprendiéndolos siempre que se pueda, son reglas de las que jamás deberá Ud.
apartarse.
4.-
Nuestra tropa deberá, siempre que pueda, pelear abrigada por los montes y por
el terreno y hacer uso del arma blanca, toda vez que vea la seguridad de
abrirle al enemigo un boquete para meterse dentro y acabar con él; no deberemos
por ningún concepto presentarle un frente por pequeño que sea, en razón de que,
siendo las tropas españolas disciplinadas y generalmente superiores en número,
cada vez que se trate de que la victoria dependa de evoluciones militares, nos
llevarían la ventaja y seríamos derrotados.
5.-
No debemos nunca dejarnos sorprender y sorprenderlos siempre que se pueda y
aunque sea a un solo hombre.
6.-
No dejarlo dormir ni de día ni de noche, para que las enfermedades hagan en
ellos más estragos que nuestras armas; este servicio lo deben hacer sólo los
pequeños grupos de los nuestros, y que el resto descanse y duerma.
7.-
Si el enemigo repliega, averígüese bien, si es una retirada falsa, que es una
estratagema muy común en la guerra; si no lo es, sígasele en la retirada y destaquen
en guerrillas ambulantes que le hostilicen por todos lados; si avanzan
hágaseles caer en emboscadas y acribíllese a todo trance con guerrillas, como
se ha dicho arriba, en una palabra, hágasele a todo trance y en toda extensión
de la palabra, la guerra de manigua y de un enemigo invisible.
8.-
Cumplidas estas reglas con escrupulosidad, mientras más se separe el enemigo de
su base de operaciones, peor será para él; y si intentase internarse en el
país, más perdido estará.
9.-
Organice Ud. dondequiera que esté situado, un servicio lo más eficaz y activo
posible de espionaje, para saber horas del día y de la noche el estado, la
situación, la fuerza, los movimientos e intenciones del enemigo.”
La Masonería dominicana e Hispanoamericana, tienen
en Queridos Hermanos como Duarte, Sánchez y Mella, entre muchos otros, faros de
Luz los cuales iluminan el sendero de quienes abrazan la Orden como un
paradigma en la construcción de templos de virtudes, que contribuyan con la Gran
Obra Universal.
S.·.
F.·. U.·.
Bibliografía.
Cordero Michel, Emilio. Características de la Guerra Restauradora, 1863-1865. Revista CLÍO. Órgano de la Academia
Dominicana de la Historia. Año 70. N° 164: junio-diciembre 2002. págs. 61 y 62
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